Documentar el momento exacto en que nace un niño puede implicar muchas cosas: la ternura del primer contacto entre madre e hijo, detalles de la frenética actividad del equipo médico, las expectativas del padre, destellos de dolor, ansiedad, alivio y emoción. Algunos aspectos, sin embargo, el fotógrafo prefiere omitirlos para no herir susceptibilidades. Kamila Quintella no es así. Para ella, nada de lo que ocurre durante elnacimiento debe omitirse, aunque el resultado pueda escandalizar a alguien.

Como mucha gente de la zona, Kamila empezó a cubrir partos hace seis meses como consecuencia de sus ensayos con embarazadas, que practica en el estudio que tiene con su socio Iwata Jr. en Río Verde (GO). "Sin embargo, todos eran cesáreas. Hoy en día, en un hospital privado, casi nunca ves un parto normal", dice Kamila, que, sin embargo, ha desarrollado una fascinación por el llamado "parto humanizado".

"Hoy en día, sobre todo por culpa de Gisele Bündchen, estamos un poco engañados sobre el parto humanizado. La gente se refiere a él como un parto bonito en la bañera, en casa, con el marido al lado, etc. En realidad, el parto humanizado no es específicamente en la bañera, es simplemente un parto sin intervención médica, en la posición y el lugar que la madre quiera", explica la fotógrafa, que atribuye suinterés por la "curiosidad femenina": a sus 26 años, Kamila sigue sin tener hijos.

Su oportunidad de documentar un parto natural llegó cuando una clienta pediatra vio su trabajo y la invitó a fotografiarlo en la maternidad pública donde trabajaba.fotógrafo voluntario en el hospital.

Kamila fotografía tanto cesáreas como partos normales, pero ha desarrollado una fascinación por el parto humanizado

Su enfoque es un tanto heterodoxo: nada escapa al clic, ni siquiera los momentos más dramáticos de la llegada del bebé. Según ella, esto es el resultado de la comprensión que ha desarrollado del parto y que lo hizo, a sus ojos, "más emocionante y más encantador". "Algunas fotos pueden parecer chocantes para algunas personas, pero, para mí, no hay nada más hermoso, ver la perfección del cuerpo humano y de Dios en estemomento", opina.

Su única concesión es en cuanto al modo de captura: las fotos están tomadas en blanco y negro, un poco por la carga emocional, pero sobre todo para disimular las inevitables salpicaduras de sangre. Iwata se encarga del postprocesado, y esto es lo más cerca que está de hacerlo, porque, según Kamila, no tiene "estómago" para estar con ella en el momento de las fotos.

Cada detalle está fotografiado: los médicos trabajando (siempre hago un primer plano de las manos y el equipo de los médicos), la cara de la madre, la cara del padre si está presente, el cariño y el apoyo entre padre y madre, la llegada del bebé, el corte del cordón (que en mi opinión es uno de los momentos más importantes), el peso, las medidas, el primer baño etc... Y eso es lo queencanta a los padres, la riqueza de detalles de este momento tan especial".

A las madres que fotografía voluntariamente, Kamila les ofrece las fotos en formato digital. A cambio, ellas le dan permiso para utilizar las imágenes. Con las cesáreas y otros trabajos de estudio en la agenda, es necesario tener cierta disponibilidad para atender a las madres interesadas. Pero siempre que puede, Kamila lo deja todo y acude a la maternidad. La razón es sencilla: "Para mí es una terapia, es lo que me hace relajarme unHaga clic aquí para seguir el trabajo del fotógrafo.

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Kamila: "Algunas fotos pueden parecer chocantes, pero para mí no hay nada más hermoso"

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